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Carta al mundo

Antonio Cerezo / CEFERESO #1

Jueves 28 de febrero de 2008, por Comité Cerezo México 2

Un año es poco tiempo comparado con esos seis años y seis meses transcurridos; sin embargo, muchas cosas que pueden influir sobre nuestra situación podrían suceder en ese tiempo todavía.

La cercanía de la libertad emociona y nos hace pensar en los proyectos que deseamos continuar o comenzar; nos hace anhelar platicar y convivir con amigos y compañeros: seres queridos, entrañables que nos han acompañado por años en la adversidad.

Después de seis años y seis meses de prisión el fin de la presente condena se ve, día con día, más cercano.

Un año es poco tiempo comparado con esos seis años y seis meses transcurridos; sin embargo, muchas cosas que pueden influir sobre nuestra situación podrían suceder en ese tiempo todavía.

La cercanía de la libertad emociona y nos hace pensar en los proyectos que deseamos continuar o comenzar; nos hace anhelar platicar y convivir con amigos y compañeros: seres queridos, entrañables que nos han acompañado por años en la adversidad.

Pero esa emoción se contiene, porque al observar y reflexionar sobre la situación política, económica y social del país y la actitud del gobierno actual ante el descontento social, concluimos que no basta la certidumbre jurídica que por medio de un documento nos dicta el inicio y el final de esta ilegal e injusta condena para estar tranquilos.

Necesitamos seguir resistiendo en prisión y luchando por nuestra libertad afuera, ya que no podemos descartar la realización de alguna “jugada sucia” o de alguna “argucia legaloide” para prolongar nuestro encarcelamiento y seguir manteniéndonos como rehenes de un gobierno cuestionado por su poca eficacia para la solución de los grandes problemas nacionales en contraposición con su eficacia para la represión solapada y selectiva en contra de organizaciones y luchadores sociales.

No está por demás volver a expresar que sean las condiciones que sean: mas lejos o cerca (físicamente) de nuestros seres queridos, con más o menos posibilidades materiales de crear (de escribir, pintar, dibujar), una certeza nos sostiene y nos impulsa a no rendirnos; pero sobre todo a no desesperarnos: resistiremos.

Desde ahora nos faltan meses, no años, y cada uno que transcurra será una pequeña batalla personal para mantenernos serenos y para ser pacientes, pero también será una batalla más grande afuera para difundir el caso y para que esa emoción de vernos libres no se transforme en cierta apatía, pues a fin de cuentas ya no falta mucho.

No sabemos qué pueda suceder en ese año (largo y breve al mismo tiempo); no sabemos si cumplirán sus amenazas quienes desde hace años también nos han amenazado; si el hostigamiento aumentará aquí o afuera: Pero sí sabemos que no cederemos en el esfuerzo por vivir de forma digna, apegados a nuestros valores y principios y que intentaremos ser consecuentes hasta el final, pues nada existe todavía que pueda convencernos de lo equivocado que es, supuestamente, luchar por la transformación de nuestro país en beneficio de nuestro pueblo explotado y oprimido por decenas de años.

Nuestro lugar está al lado del pueblo que se organiza y lucha por sus derechos, por el que rompiendo sus cadenas pretende construir su destino, su porvenir, a costa de la pequeña y frágil seguridad que le da ser un pueblo indiferente y sumiso.

Un año de lucha y resistencia desde la cárcel, uno más en el cual, abrazados por las muchas organizaciones y personas solidarias saldremos victoriosos pase lo que pase.

Un año más para volver a puerto.

¡Hasta la victoria siempre!

¡Presos hoy, libres siempre!

A seis años y seis meses de prisión y amo de nuestra libertad:

Preso de conciencia Antonio Cerezo C. CEFERESO #1. Almoloya de Juárez. Edo. Mex, febrero de 2008

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