Desde la cárcel, Orlando Mejía Cocom, levanta la voz y, al declararse "preso político por alzar la voz por el pueblo", este joven demanda a los yucatecos resistencia ante las injusticias cometidas tras la detención arbitraria e ilegal que sufrieron la noche del martes 13 de marzo después de las violentas protestas contra George Walker Bush y Felipe Calderón Hinojosa.

"Hemos sido golpeados y maltratados. Nos ponen delitos graves que no cometimos", dice en una carta escrita con su puño y letra desde las crujías de la penitenciaría meridana, adonde fueron confinados sin que se hubieran evaluado todas y cada una de las pruebas aportadas para demostrar la inocencia de estas personas.

Orlando, junto con otros 18 jóvenes más, fue puesto formalmente preso en el Juzgado Séptimo de Defensa Social, pero ni él ni sus compañeros fueron culpables de esos destrozos.

A este reportero le consta, porque sí estuvo presente en el momento de los hechos, que ninguno de los que ocasionaron los daños al edificio del Ayuntamiento de Mérida y agredieron a los Policías Municipales, está preso. Todos los jóvenes encarcelados son inocentes, pero se les incrimina sin pruebas y se los señala sólo por el hecho de que algunos acudieron a la protesta contra la presencia del genocida Bush y el delincuente electoral Calderón Hinojosa.

Y desde la cárcel, donde pasará un juicio absurdo, Orlando Mejía Cocom, nos envió la siguiente carta que, titulada "¡Un día más!", a continuación, reproducimos de manera íntegra:

"Un día más soy parte de la injusticia que existe en este país. Por expresar mis ideales y todo lo que quiero. Desde niño se me ha enseñado a defender a mi país y lo que más quiero: mi familia y amigos.

"El pueblo no nos puede odiar. Pero el gobierno nos odia porque damos testimonios de él y de que sus obras son malas. Y mis testimonios son verdaderos. Sé de dónde vengo y hacia donde voy. Pero ustedes no saben de dónde vengo y voy.

"Lucho por el pueblo que sufre injusticias, lucho por un mejor país y un mundo donde no haya corrupción y no espero nada a cambio, ni siquiera las gracias.

"No quiero que nos vean mal por nuestras fachas. Vean por lo que luchamos, ¿acaso pedir un mejor país es un delito? Yo quiero que tengamos todos mejores condiciones de vida, libertad. Y quiero que sea en abundancia. A esos malditos que destruyen mi país no pido que los quiten del mundo, sino que los guarden del mal.

"Sólo le pido RESISTENCIA al pueblo. Porque la injusticia es ciega y no ve. Hemos sido golpeados y maltratados. Nos ponen delitos graves que no cometimos. Pero el gobierno nos acusa y él es el que decide por nosotros.

"Nuestras declaraciones han sido cambiadas. Derecho a una llamada (telefónica) no tuvimos. Nuestros padres han sido engañados y nos hacen ver ante el pueblo como unos terroristas.

"Pero estando acá (en la cárcel) he aprendido a valorar más a la gente que me apoya, mi familia y amigos. Les doy gracias por estar conmigo en estos momentos difíciles. La gente y los medios saben que por lo que luchamos es verdad, pero por miedo a los que tienen poder no hablan y callan.

"Creo que por salir a manifestarte no hay delito, pero sin dañar a terceros. Yo en lo personal no dañé a nadie, porque yo apoyo a mi país, lo que no apoyo es el sistema de vida que se ofrece a los mexicanos, porque podemos vivir mejor, sólo que el pueblo no lo desea.

"Mis ideales no pienso cambiarlos, porque sé que lucho por la gente que es pobre, porque los ricos están por encima de nosotros y nos utilizan como títeres y marionetas. Nosotros somos los plebeyos y ellos los burgueses. Pinche dinero que hace que hasta el perro baile.

"Afuera de estos muros hay gente que nos apoya, gente que ni conocemos porque saben que hacemos lo correcto, tal vez estando acá al ser golpeados y sufrido injusticias, ya hemos pagado causas. Pero espero que estén concientes de que protestamos por el pueblo, no por nosotros.

"Yo no conocía acá a nadie, pero me han apoyado mis carnales que se encuentran en la misma o peor situación que la mía. El pueblo unido jamás será vencido.

"Le doy gracias a los policías que me golpearon porque así pudimos demostrar que sí existen los policías corruptos en la Policía Municipal que al parecer ya ni de turno se encontraban. Muchos nos golpearon y a la vez nos gritaban: ¡Por estos cabrones estoy trabajando horas extras!

"¿Merecen ir a la cárcel o por ser autoridad tienen derecho a la libertad?

"Es injusto y ese tipo de injusticias hemos sufrido, pero, bueno, este es un día más y mañana será otro. Veremos qué pasa".

(Rafael Gómez Chi)